Gustito..

Con mi lengua en su entrepierna, lamiendo aquellos labios..

  Y mi dedo en su caberna,

 haciendo extremecer mi mano..

 Gime mi boca, 

grita mi ano,

 Por usted,

pronto llegare,

al dulce sabor del orgasmo.. 

Agitado durante el sueño
removiéndome entre las sabanas
preso de una gran inquietud
algo me faltaba

desperté muy excitado
y sin tenerte a mi lado
sintiendo los latidos con fuerza
te buscaba

mi sexo era una estaca
necesitada de tí
erguido y desafiante
te necesitaba

miré el reloj de reojo
ya te habías marchado
y oliendo tu aroma en la cama
recordé lo que habia pasado

me estiré y destapé
dejándome llevar descuidado
empecé a acariciarme
lo necesitaba tanto

sentía placer, sentía deseo
estaba casi flotando
cuando encendiste la luz
y te plantaste a mi lado
              

Érase un culito suave como la seda,
para la penetración en época de veda,
érase un culito gordo y llamativo,
que despertaba mi gran instinto abrasivo.

Érase un culito guapo y bien moldeado,
que pedía a gritos ser estrujado,
érase un culito de gomaespuma,
vamos a follarlo con delicadeza suma.

Érase un culito curvado y definido,
lo mirabas y en tu glande, el semen contenido,
érase un culito... como la bandera de Japón,
cuando ya había metido dentro todo mi pollón.

                                            A confesar dos mocitas

pecado concupiscente,

ante un cura muy sapiente,

van las dos arregladitas.

Acúsome, padre mío,

la primera ha confesado,

que a mi novio he masturbado

con arto placer y brío.

Le replica el confesor.

¡vaya moza pizpireta!

pues hija, ve a la pileta

y lávate con fervor

las manos con que has pecado.

Haz propósito de enmienda,

el alma a Dios encomienda

y el perdón habrás ganado.

La otra mocita que ve

a su amiga confesada

le pregunta interesada

que cómo la cosa fue,

cuenta la amiga las nuevas

sin dejar ningún detalle,

antes de que la otra estalle.

no mucho el agua remuevas,

amiga del alma mía,

que según es tu pecado,

con el mío comparado,

 a hacer gárgaras me envías!